Patologías comunes
En esta sección detallamos las patologías más comunes en el campo de la podología y cómo diagnosticarlas de una manera rápida y accesible
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Onicocriptosis o Uña encarnada
Onicocriptosis o Uña encarnada
Se considera uña encarnada u onicocriptosis cuando la lámina ungueal penetra en las partes blandas del dedo provocando sensibilidad en los casos más leves e inflamación con presencia de infección en los más graves. Suele producirse por la presión que ejerce el calzado al caminar.
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Papiloma plantar o Verruga
Papiloma plantar o Verruga
Es una tumoración benigna que aparece en la piel causada por un virus; Papova Virus Humano (PVH). Su diagnóstico se realiza de forma clínica, el paciente puede detectarlo cuando note pequeños puntos negros en el pie y siente dolor al presionarlos.
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Helomas e Hiperqueratosis
Helomas e Hiperqueratosis
Deformidades del hueso, comunmente producto de calzado mal adaptado. Suelen ser dolorosas por la presión que provocan en una zona del pie en la que ya hay demasiada presión por parte del hueso.
Siempre que se forme una callosidad o una dureza es debido a una excesiva presión por parte del hueso y del calzado.
HELOMAS PLANTARES: Aparecen en las cabezas metatarsales (en la planta debajo de los dedos), por un exceso de presión por parte de estos metatarsianos, generalmente debido a una mala alineación de los mismos, causada por diferentes motivos.
El tratamiento quiropodológico se aplicará en un primer momento y consistirá en la eliminación con el bisturí de estas durezas y callosidades, siendo un proceso totalmente indoloro, ya que el tejido que se elimina es un tejido inerte.
HELOMAS DIGITALES: Aparecen en los dedos en el dorso o en el pulpejo provocados por dedos en garra y clinodactília. En los espacios interdigitales (entre los dedos) estarán provocados por esóstosis o hipertrofias de las falanges.
HIPERQUERATOSIS: Se entiende por hiperqueratosis como las durezas que aparecen en las cabezas metatarsales o en los dedos provocado por un exceso de presión por parte del hueso, pero de un grado más leve que en el caso de los helomas puesto que la lesión que se provoca en la piel es más superficial y no profundiza tanto como en las callosidades.
En muchas ocasiones las hiperqueratosis suelen evolucionar y formar helomas si no se aplica el tratamiento adecuado.
Estas callosidades y durezas suelen ser dolorsas por la presión que provocan en una zona del pie en la que ya hay demasiada presión por parte del hueso.
El tratamiento quiropodológico no trata la causa del problema (presión del hueso), por lo tanto si el problema reaparece se realizará un minucioso estudio para detectar la causa y aplicar el tratamiento ortopodológico o quirúrgico idóneo con el fin de solucionar el problema definitivamente y evita la reaparición de estas callosidades y durezas.
El calzado jugará un papel muy importante ya que puede ser el responsable de colocar los huesos del pie en una mala posición de modo que estos huesos presionen y provoquen la formación de la callosidad. El calzado debe de analizarse minuciosamente antes de ser comprado y debe de garantizar un espacio suficiente para el pie. -
Micosis
Micosis
Las infecciones micóticas o fúngicas están provocadas por hongos que infectan la piel. Son enfermedades frecuentes, contagiosas y curables con un tratamiento correcto.
¿Cómo se produce?
En general, los hongos son microorganismos que crecen mejor en condiciones de humedad y calor. Por ello, muchas micosis suelen contraerse en lugares públicos como piscinas, duchas o vestuarios, lugares frecuentados por mucha gente y donde se dan las condiciones requeridas de humedad y calor.
Además, los hongos pueden comportarse como gérmenes oportunistas, es decir, que se aprovechan de una situación en la que el paciente tiene una disminución de sus defensas. Esto ocurre, por ejemplo, en los pacientes de edad avanzada, en los diabéticos o en los pacientes tratados con medicamentos para el cáncer (quimioterapia) entre otros.
Síntomas
Según la zona de la piel afectada, las principales micosis son:
-> Tinea pedis o pie de atleta: ocurre cuando los hongos infectan los pies. La forma más habitual se manifiesta con picor, descamación y en ocasiones mal olor entre los dedos de los pies. En otras formas el aspecto es de sequedad y descamación en toda la planta del pie.
-> Tinea de las uñas u onicomicosis: su frecuencia aumenta a partir de los 50 años. Cuando afecta a los pies, los primeros dedos son los más frecuentemente infectados. La forma más frecuente se manifiesta como una mancha marrón o amarillenta en el extremo de la uña, que va creciendo y progresando lentamente hacia la base de la uña. Es frecuente que la uña se haga gruesa, y que se forme un material pulverulento en su interior. En las manos, la forma más frecuente afecta a los laterales de la uña, y es típico que ocurra en personas que mojan mucho las manos. Suele acompañarse de inflamación y supuración en la piel de alrededor (paroniquia o "uñero"). -
Fascitis plantar
Fascitis plantar
Fascitis plantar es la inflamación del tejido grueso en la planta o parte inferior del pie. Este tejido se denomina fascia plantar y es el que conecta el calcáneo a los dedos y crea el arco del pie.
Causas
La fascitis plantar ocurre cuando la banda gruesa de tejido en la planta del pie se estira o se sobrecarga demasiado. Esto puede ser doloroso y hacer más difícil el hecho caminar.
Entre los factores de riesgo para la fascitis plantar están:
-> Problemas con el arco del pie (tanto pie plano como arco plantar alto).
-> Obesidad o aumento repentino de peso.
-> Correr largas distancias, especialmente correr cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
-> Aumento repentino de peso.
-> Tendón de Aquiles (el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla al talón) tenso.
-> Zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
La fascitis plantar afecta típicamente a los hombres activos entre los 40 y 70 años y es una de las dolencias ortopédicas más comunes relacionadas con el pie.
Con frecuencia, se piensa que la fascitis plantar es causada por un espolón en el talón, pero las investigaciones han determinado que esto no es así. En las radiografías, se observan espolones en el talón en personas con y sin fascitis plantar.
Síntomas
La queja más común es el dolor y la rigidez en la parte inferior del talón. El dolor allí puede ser sordo o agudo. La planta del pie también puede doler o arder.
El dolor generalmente es peor:
-> En la mañana cuando usted da los primeros pasos.
-> Después de pararse o sentarse por un rato.
-> Al subir escalas.
-> Después de actividad intensa.
El dolor se puede desarrollar de manera lenta con el tiempo o repentinamente después de una actividad intensa. -
Espolón calcáneo
Espolón calcáneo
Se trata de la formación de una exostosis (crecimiento en forma de punta de flecha) ósea a nivel de la inserción de la fascia en el calcáneo como consecuencia de un stress local mantenido en el tiempo. El exceso de peso o una arquitectura muy exagerada del pie pueden acelerar la formación de este proceso. Cursa con fuerte un dolor al comenzar a caminar por la mañana o después de un periodo de reposo, que se alivia pasados unos momentos. -
Talalgias (dolor en el talón): Síndrome de congestión calcánea
Talalgias (dolor en el talón): Síndrome de congestión calcánea
Cursa con un dolor característico en el talón, que aumenta con el ejercicio y con la bipedestación (estar de pie) prolongada; de características congestivas que provoca edema en el hueso calcáneo. -
Hallux Abductus Valgus o "juanete"
Hallux Abductus Valgus o "juanete"
Es el crecimiento irregular del hueso correspondiente al primer metatarsiano, que produce una desviación del dedo gordo. En ocasiones, cursa con gran inflamación provocando dolores en la zona y una mayor desviación del primer dedo, que puede elevarse sobre el segundo y, secundariamente, provocar dolor en la planta del pie. -
Neuroma de Morton
Neuroma de Morton
Su síntoma característico es el dolor producido por la irritación y compresión de una raíz nerviosa en su discurrir entre dos metatarsianos, Es un dolor quemante, urente, tipo calambre, que se irradia hacia los dedos vecinos, siendo muy frecuente entre 3º y 4º dedo. En ocasiones, el dolor obliga a quitarse el calzado aliviándose momentáneamente al masajear el pie.